La medicina nuclear irrumpe en el tratamiento oncológico y se posiciona como eje clave de la medicina de precisión

Aunque la medicina nuclear ha sido una especialidad más asociada al diagnóstico, su origen fue terapéutico contribuyendo en la actualidad al manejo de patologías como el cáncer o el alzhéimer. Esta es una de las principales ideas que se expuso durante el XLI Congreso de la Sociedad Española de Medicina Nuclear e Imagen Molecular (SEMNIM) encuentro que, por primera vez, se celebró en Valladolid.

El consejero de Sanidad de Castilla y León, Alejandro Vázquez, participó en la inauguración institucional del congreso, poniendo en valor la evolución de la medicina nuclear. “Se trata de una especialidad con un avance tecnológico puntero, pero siempre con las personas en el centro, lo cual es esencial en el contexto que vivimos de innovación imparable”, expuso. En este sentido, Vázquez resaltó la evolución en tecnologías como el PET, por la precisión que aportan. Asimismo, el consejero consideró que “la medicina nuclear exige una organización excepcional en un entorno digital en evolución constante que permita garantizar la seguridad del paciente”.

En el acto de inauguración también participaron Carolina del Bosque, concejala delegada especial de Juventud del Ayuntamiento de Valladolid; el Dr. Diego Becerra, presidente de SEMNIM, el Dr. Ricardo Ruano, presidente del Comité Organizador Local del congreso y la Dra. Valle Camacho, presidenta del Comité Científico del Congreso.

 

Nuevos radiofármacos y dianas en el tratamiento oncológico

La primera sesión plenaria del grupo de trabajo de Oncología titulada ‘Medicina personalizada de precisión: Biomarcadores PET’, abordó las principales novedades tanto en radiofármacos diagnósticos que permiten una medicina de precisión en el campo de la Oncología. La Dra. Mercedes Mitjavila, jefa de Servicio de Medicina Nuclear en el Hospital Puerta de Hierro y el Dr. Antonio Luis Gutiérrez, especialista en Medicina Nuclear en el Hospital Regional Universitario de Málaga fueron los encargados de moderar esta mesa.

En esta sesión, el Dr. Iván Peñuelas, subdirector del Servicio de Medicina Nuclear de la Clínica Universidad de Navarra, abordó las novedades sobre biomarcadores PET. En este sentido, desarrolló qué aspectos tener en cuenta para diseñar radiofármacos más ajustados a cada caso, valorando aspectos como la farmacocinética. También, valorando si estas moléculas son sólo útiles para el diagnóstico o también para el tratamiento, si deben ser agonistas o antagonistas de la diana seleccionada y observando cómo todo ello impacta sobre la capacidad de captación del tumor o la relación entre el tumor y los tejidos circundantes.

Otro de los aspectos que se busca es obtener un análisis de las imágenes que no sólo sea visual y cuantitativo, sino también a nivel molecular. De esta manera, el Dr. Peñuelas se refirió al papel de los análisis paramétricos y la aplicación de la inteligencia artificial, diseñando modelos para definir la dosimetría de los pacientes.

Por su parte, la Dra. María Puy Garrastachu, especialista en Medicina Nuclear en el Hospital San Pedro de Logroño, enfocó su participación en los radiofármacos disponibles y los que están por llegar. La especialista señaló que, si bien el FDG tiene una gran utilidad, en neoplasias como el cáncer de mama presenta limitaciones, ya que, dada la heterogeneidad de estos tumores en cuanto a la expresión de receptores hormonales, existen grandes variaciones en aspectos como la captación de glucosa, lo que restringe su utilidad diagnóstica. Por otra parte, respecto al fluoroestradiol (F-FES) la Dra. Garrastachu indicó que este puede solventar algunas de las limitaciones de otros radiofármacos ya que permite evaluar la expresión de receptores de estrógenos mediante imagen, lo que tiene utilidad tanto diagnóstica -permitiendo sustituir a la biopsia en casos difíciles- como en la predicción de la respuesta a terapia hormonal.

Además, la Dra. Garrastachu puso en valor el avance de la imagen molecular, combinando técnicas como el PET FDG con otros radiofármacos específicos como los dirigidos a HER2. Siguiendo este hilo, la especialista concluyó que esta precisión resulta esencial para adaptar las decisiones clínicas en función del perfil molecular del tumor, evaluando también estos parámetros de manera dinámica.

Por último, la Dra. Diana Vega, especialista en Medicina Nuclear en el Hospital 12 de Octubre, habló de las nuevas terapias en Oncología dentro de la especialidad. Primeramente, se refirió a los avances con radioisótopos terapéuticos, destacando el uso del lutecio-177, fósforo-32 y renio-188, así como el potencial del actinio-225 en diferentes tumores. Precisamente, poniendo como ejemplo el actinio-225 resaltó el valor de las partículas alfa, aludiendo a que su alta energía y corto alcance permiten destruir células tumorales con mínima afectación en tejidos sanos. Estas han reflejado un buen comportamiento en el manejo de micrometástasis, tumores hipoxémicos y casos resistentes a tratamientos previos.

La Dra. Vega hizo referencia a los resultados clínicos prometedores sobre estos nuevos radiofármacos. Prueba de ello son los resultados del ensayo clínico PANCO, que evaluó la eficacia del fósforo-32 en cáncer de páncreas, un tumor de difícil tratamiento. También, ya con alrededor de 2.000 pacientes tratados en Europa, expresó que el renio-188 ha mostrado muy buenos resultados en cáncer de piel no melanoma, eliminando lesiones en pacientes no candidatos a cirugía o en aquellas lesiones localizadas en zonas difíciles o de alto impacto estético.

La innovación en medicina nuclear, con el paciente en el centro

Durante la sesión plenaria la mesa redonda ‘Innovación centrada en el paciente’ reunió a diferentes actores involucrados en este tema. En concreto, participaron el Dr. Diego Becerra, presidente de la SEMNIM; la Dra. Virginia Pubul Núñez, vicepresidenta de la SEMNIM; la Dra. Carmen Rubio Rodríguez, presidenta de la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR); el Dr. César A. Rodríguez Sánchez, presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM); Marcos Martínez, gerente del Grupo Español de Pacientes con Cáncer (GEPAC) y Blanca María Guarás González, presidenta de la Asociación de Pacientes con Tumores Neuroendocrinos (NET España).

Desde la perspectiva médica, el Dr. Becerra consideró que, aunque hay encuestas que reflejan la buena percepción de los pacientes sobre la asistencia sanitaria, todavía hay aspectos en los que trabajar como la personalización en el trato o la información que se da sobre los procedimientos a realizar, de cara a generar más confianza. Para la Dra. Rubio es esencial que la innovación esté centrada en el paciente y esto pasa por seguir avanzando en aquellas áreas con margen de mejora, adaptando las soluciones a cada paciente desde una perspectiva integral.

Por su parte, el Dr. Rodríguez coincidió con sus compañeros, aunque aportando que, desde el prisma de la Oncología Médica, menos es más. Con esto, consideró que, si antes se tendía a sumar opciones en una tendencia de escalada, actualmente el enfoque es el contrario, ofreciendo sólo lo que es necesario en cada caso para mejorar la calidad de vida de los pacientes. Y, en este marco de innovación constante, la Dra. Pubul destacó el papel que está jugando la Medicina Nuclear poniendo en el centro de cada innovación a los pacientes, tratando de equilibrar la técnica con la humanización.

Pero, como apuntó Marcos Martínez, más que poner al paciente en el centro, el trabajo debe realizarse de forma conjunta, escuchando las preferencias de cada persona y avanzando de la mano para garantizar que la innovación llega al sistema. Esta consideración ha de tenerse desde las patologías con más prevalencia hasta aquellas en las que el volumen de casos sea reducido. Y es que, como expuso Blanca Guarás, aunque en ocasiones quede en segundo plano como en el caso de los pacientes con tumores neuroendocrinos, es necesario dar voz a todos los pacientes de tal manera que se facilite el acceso a través de un trabajo sinérgico, con rutas mejor definidas que cubran mejor las necesidades de los pacientes.

Con todo lo anterior, Marcos Martínez aseveró que, dada la evolución en el abordaje de patologías como el cáncer, esta escucha activa cobra más importancia si cabe. “Los pacientes podemos entender que no se nos cure, pero no que se deje de cuidarnos”, concluyó el gerente de GEPAC.